El Viaje De Vuelta
Estaba más o menos en la mitad del viaje y me encontraba perdida y agotada. Cansada de buscar sin saber el qué, de tomar cientos de senderos sin saber hacia dónde se dirigían; de comenzar una y otra vez sin saber cuándo llegaría a mi destino, de preguntar y obtener respuestas que no me satisfacían. Cansada de estar en un mundo que no me gustaba y al que no entendía. Podría decir que esa era mi situación cuando me encontré con la Cábala; o más bien, cuando la Cábala, esa sabiduría ancestral que no es de este mundo, me encontró a mí.
Cábala viene de la raíz hebrea LeKabel que significa, recibir, pero ¿qué recibimos? Un libro de instrucciones, un mapa que indica la senda del camino de vuelta a casa. La capacidad de hacer a un lado al ego de manera espontánea y que el alma tome el control de la situación.
Cuando conectas con esta energía, ya no son tus ojos los que deslizan la mirada a través de extraños códigos impresos; sino que son los ojos del alma los que, ávidos de volver a encontrarse con esta lengua sagrada, comienzan a decodificar, a recordar e integrar en ti la energía escondida en el símbolo. Esa energía impregna tus células y despierta en ti potencialidades infinitas.
Ya no son tus oídos los que escuchan sonidos lejanos y primigenios. Es la escucha del alma la que traduce el poder de la palabra en sonidos de vibraciones armoniosas que inundan tu cuerpo y te hacen conectar con el silencio de la música de las esferas del universo que resuena en tu Adn. Es como un canon que se va elevando y significando conforme las voces adecuadas se van integrando. Es el canto del alma, que comienza a ver la posibilidad de expresarse y expandirse.
Cuando la sabiduría de la Cábala llega a
tu vida, comprendes que no eras tú la
que tenías que buscar, que tan solo se
trataba de prepararte para el encuentro
que sin lugar a dudas tendría lugar
porque estaba en manos de una fuerza
superior que teje los hilos a la
perfección.
Cuando comienzas a transitar los
senderos del Árbol de la Vida,
comprendes que estos no estaban
afuera, sino que habían estado siempre
en ti y que puedes comenzar a acceder
a ellos a través de un pasaje secreto que
estaba oculto tras la maleza de los
miedos y la culpa.
Aprendes que no había ningún destino
al que llegar porque, en el único tiempo
real que existe, siempre se está
llegando. Que no se trata de que las
respuestas fueran las equivocadas, sino
de hacer las preguntas correctas.
Comprendes que el mundo que ves no
te gustaba ni lo entendías porque
estabas mirando desde y hacia el lugar
equivocado.
Hay otras llaves, otros mapas, otros
caminos ..., y todos llevan al mismo
lugar. Cada alma tiene su propia
andadura y entiende sus propios
códigos, pero una vez has resonado con
la sabiduría de la Cábala no hay vuelta
atrás.
En Cábala el concepto del maestro se
asemeja al de aprendiz. Es tan vasto el
campo de potencialidades, experiencias
y conocimiento que se encuentra en el
Ein sof, que nunca podremos ni siquiera
imaginarlo en esta dimensión. Somos
continuos aprendices y nada nos
pertenece. Somos un canal para bajar
luz que se transmutará en bendiciones
que a su vez liberarán más chispas de
luz.
Cada uno aprende según su nivel de
conciencia, según la capacidad de su
vasija y tiene la responsabilidad de
enseñar lo aprendido, de vaciarse para
llenarse, de recibir para dar...
Esa responsabilidad me trae hoy aquí,
metrae hoy a ti. Me trae hoy aquí, a este
proyecto, con una conciencia clara de
entrega y compromiso con el papel que
mi alma quiere manifestar en este
mundo. Una gota de lluvia, un pequeño
grano de arena que pone su intención al
servicio del gran entramado divino con
el fin de contribuir a elevar el nivel
vibratorio de la humanidad.
Me trae hoy a ti, con el propósito de
facilitarte un espacio de recursos, de
poner a tu disposición algunas de las
herramientas que en su día yo encontré,
para que puedan ayudarte en tus inicios
de andadura por esta sabiduría.
Mi vasija es pequeña, apenas una
minúscula taza, pero te invito a
compartir su contenido y si quieres , si
resuena contigo ,beberlo sorbo a sorbo
conmigo. Que la bendición y la luz del
Ein sof nos provea de momentos de
sabiduría y claridad de mente y corazón
. Shalom.
Puedes Leerlo tambien aqui : Revista Javierm Numero 0