“Los 72 nombres de Dios. Camino de iluminación y liberación”
La biblioteca cabalística, cuenta con un nuevo libro de Eduardo Madirolas: “Los 72 nombres de Dios. Camino de iluminación y liberación”, editado por Equipo Difusor del Libro S.L., a quienes damos las gracias por cedernos generosamente la portada. Esta obra viene a sumarse a otras, cuyas reseñas ya se publicaron en las revistas “Javerim. Aprendices de Cábala”: “Manual de recursos cabalísticos para la iluminación, sanación y resolución de problemas” Tomo I. Revista 4, pág. 35. “Pensamientos de Torá y Cábala” Revista 9, pág. 26.
Recordemos que Eduardo Madirolas nació en Madrid, día 23 de diciembre de 1949. Licenciado en Física por la Universidad Complutense de la misma ciudad. Su actividad profesional ha sido como profesor de Matemáticas. Hace más de 40 años, tomó contacto con la Cábala, donde encontró su verdadera vocación, y desde entonces, no ha cesado de estudiar, meditar, escribir y enseñar.
Ha dado cursos y conferencias, por toda España, en México y en Chile.
Gracias a su traducción de varios libros, entre los cuales figuran dos del gran difusor de la Cábala judía del S.XX, Aryeh Kaplan, el mundo de habla hispana ha podido disfrutar de “El Séfer Yetzira. Libro de la Creación. Teoría y práctica” Editorial Mirach S.L y “Meditación y Cábala”EDL. Entre otros.
Es autor de una obra muy profunda: “El Camino del Árbol de la Vida.” 2 Vols. EDL.
“Senderos en el Jardín de la Conciencia. Manual de meditaciones cabalísticas.
“La Cábala de la Mercavá. Una guía universal de iluminación y liberación” Edición digital gratuita, que puede descargarse en la web: www lacabaladelaluz.com.
El libro mencionado un poco más arriba “Manual de recursos Cabalísticos para la iluminación, la sanación y resolución de problemas” 2 Vols. Editorial Obelisco y otros publicados recientemente.
El presente libro “Los 72 nombres de Dios: Camino de iluminación y liberación”
Incluye 84 cartas con los 72 nombres y las 12 permutacione del Tetragramatón, ilustradas por José Ma. Argudo Moreno. EDL.
Nos habla del principio primordial de la Luz, “todo lo que existe en todos los planos es una configuración específica de la Luz Infinita”. Estamos ante la Luz del Ein Sof y los recipientes que manifestarán esta Luz desde Keter en el mundo más alto, hasta la forma más simple de la Creación. A cada séfira del Árbol de la Vida, le corresponde un nombre divino.
El origen de los 72 nombres, nos remite a los 3 versículos del Génesis Cap. 14, versículos 19,20 y 21. con exactamente 72 letras cada uno, dispuestos de una forma especial, constituye los ternarios conocidos como nombres de Dios. Como ya sabrá el lector avezado, se trata de la narración del paso del Mar Rojo. Un paso que conduce a todo el pueblo hacia la libertad. Eso ocurre de nuevo, cuando a nivel personal, damos un paso hacia la vida espiritual, nuestro personal Mar Rojo se abre a las posibilidades que antes no veíamos.
Antes de hablarnos de la estructura de los nombres divinos, Eduardo Madirolas nos hace partícipes del plan que va a desarrollar a lo largo de todo el libro. Nos recuerda que el origen de dichos nombres, se recogen de 3 versículos del Génesis, cómo se arman los nombres, una letra de cada versículo, dos letras, la primera y la tercera, se toman leyendo en sentido directo el primer versículo (19) y el tercer versículo (21) y el versículo central (20) se lee en orden inverso.
Nos ofrece una inmersión en el misterio de estos nombres. “Moshé sabía mucho
sobre las letras y su estructuración, una vez delante del Yam Suf, acosado por el ejército del Faraón, suplica al Eterno y El le contesta, ¿Por qué clamas a Mí? ¡Qué los hijos de Israel avancen y tu dirige tu vara sobre el mar!”.
¿ Y si nos ponemos en los zapatos de Moshé Rabenu? La sabiduría adquirida de Dios, está dentro de él, pero el imponente mar y la persecución de los egipcios, es a nivel humano, paralizante. Dios le explica que han de dar el paso, es necesario un hecho físico, para que al nivel más alto, algo se mueva.
Esta es la primera vez, al menos de la que tenemos constancia, en la que los nombres de Dios, son los intermediarios para que El Eterno, separe las aguas y ocurra la apertura del Mar Rojo.
Una vez presentados los 72 nombres y cómo se obtienen, nos cuenta el autor, las distintas correspondencias básicas, versículos de los Salmos en que las letras de los Nombres, están destacadas. Las sub sefirot, atribuciones zodiacales.
En la tercera parte del libro, se desarrolla la práctica general, a través de meditaciones. Se recomienda haber estudiado bien todo el contenido anterior y seguir las cuestiones previas. Así tras un ritual de apertura, se puede realizar la meditación, la contemplación visual, meditación de un Nombre. Nos ofrece un ejemplo de meditación guiada. Nos invita a trabajar, a través de la meditación, con un ángel, siguiendo las pautas para la apertura, un sencillo ritual para ponernos en sintonía de lo que vamos a meditar, con la ayuda de los Poderes Celestiales.
En una cuarta parte, desarrollará la conexión astrológica, se nos habla de los signos zodiacales, de los Nombres y ángeles personales, relacionándolos con la propia carta astral, mediante las tablas en las que se recogen las regencias de los Nombres sobre los quinarios. Explica el trabajo sobre la carta astral. Los planetas, las letras que rigen planeta y signo, las permutaciones del Tetragramatón, el Nombre por quinario y por grado, las regencias sobre cada parte del cuerpo. Lo complementa con talismanes personales, para sanación y protección personalizadas.
Para finalizar, cita las meditaciones de Abulafia. La rotación de las letras, los diferentes sistemas para organizar las letras: ATBAM, AYQ BeKeR o Cábala de las 9 cámaras. AjaS BeTa, ATBaj. Las vocales en las meditaciones. Si en un principio el autor nos habló sobre los versículos de tradición hermética para expresar los Nombres divinos, en esta ocasión nos relata los versículos adjudicados a los Nombres Divinos en la tradición judía.
Como colofón, nos da una breve meditación sobre los Santos Poderes de cada Nombre Divino. Nos hace relación de la extensa Bibliografía, que le ha servido para entregarnos las claves para desentrañar tantos misterios. Y por último nos deja una pequeña introducción a sus obras “Senderos en el Jardín de la Conciencia”. “El Camino del Árbol de la Vida”, “Pensamientos de Cábala y Torá” y por último “Introducción a la Cábala Práctica”.
Esperamos que los valientes lectores, listos para emprender la aventura de leer este libro, encuentren en él, una profunda Sabiduría, el Tesoro escondido, el Gozo de alcanzar la Liberación, acompañados por las palabras de Eduardo Madirolas. Damos las gracias infinitas a Hakadosh Baruju, por habernos brindado, todos estos compendios de Cábala del Maestro Madirolas, con los cuales, tanto provecho podemos alcanzar.
En cuanto a las 84 cartas, expresan la belleza de los Nombres divinos, mediante los colores y mandalas que el autor, José Ma. Argudo, ha resaltado en cada carta. El Nombre está rodeado de rayos entrelazados con Nombres, VHU, lleva el Nombre EHEIE y esta circunvalado por el Salmo correspondiente, en unos casos de la tradición judía y en otros de la tradición hermética, como es el caso del Nombre CHT. Con lo cual se puede meditar el Nombre, el ángel, el Salmo y el conjunto en si. Las cartas son un valor añadido a esta obra. Invitan a meditar y dejarse llevar… ¿A dónde? Donde la meditación nos eleve.
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