El Pórtico De Las Reencarnaciones

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“El Pórtico De Las Reencarnaciones”
Jaim Ben Yosef Vital

El libro que hoy nos ocupa se titula El Pórtico de las Reencarnaciones, Shaar ha Guilgulim en hebreo, y llega a nuestras manos a través de Ediciones Obelisco en una reciente edición (noviembre de 2024), cuya traducción al español ha sido llevada a cabo por Israel Diament, bajo la revisión y supervisión de Rabí Moshe Segal, lo que ya de antemano nos dice que estamos ante una traducción fiable y precisa, dato esencial dado el número de traducciones libres que existen de esta obra y que no destacan precisamente por la fidelidad al texto original.

Su autor, Jaim Ben Iosef Vital nació en Tzfat (Safed), Israel en el año 1543 y murió en Damasco en 1620. Desde muy pequeño destacó en el estudio de la Torá, Su nombre, Jaim, le fue puesto en memoria de un hombre llamado Rabi Jaim Ashkenazi que, mucho antes de él nacer le anunció a su padre, Yosef, que sería bendecido por un hijo que llegaría a ser un gran sabio.

Muy precozmente pasó a estudiar con Moshe Alsich, a recomendación del gran sabio Yosef Caro, que supo detectar el potencial del alma de Vital, siendo más tarde alumno de Moisés Cordovero.

En 1570, llega a Tzfat, la figura que más influiría en la vida de Jaim Vital y del cual se convertiría en su principal discípulo, el gran Isaac Luria Askenazi (Jerusalén, 1534-Safed, 1572).

La relación entre Isaac Luria y Vital es la historia de un fuerte vínculo de almas que tuvo una duración de dos años, hasta la muerte de Luria, durante los cuales Jaim bebió en primera persona de la fuente de uno de los sabios más grandes de todos los tiempos, y ahora considerado padre de la Cábala contemporánea.

Si bien Isaac Luria no dictaba sus clases, sino que las explicaba siguiendo la tradición oral a un grupo muy reducido de alumnos, Jaim Vital se encargó de escribir prácticamente todo lo que aprendía de él. A la muerte de Isaac Luria, Vital siguió difundiendo las enseñanzas de su maestro, llegando a ser un erudito sabio, bendecido con una gran cantidad de discípulos.

Sin embargo, si bien todas las enseñanzas de su maestro que había logrado recopilar en sus escritos, las compartió con un reducido número de compañeros de estudio, nunca permitió que las copiaran ni publicó ningún escrito. Es más, dejó dicho que cuando llegara la hora de su muerte, los escritos fueran enterrados con él.

Quizás los siguientes extractos del Pórtico de las Reencarnaciones nos puedan ayudar a entender este celo por las enseñanzas de su maestro, así como su última voluntad:

“…Ahora escribiré, lo que me dijo mi maestro, de bendita memoria siete días antes de partir hacia la vida del Mundo Venidero. Has de saber que desde la primera vez que habló conmigo me dijo que me cuidara de sobremanera de no revelar a los seres humanos la dimensión de su alcance y comprensión puesto que él no había venido sino a repararme a mí únicamente.”

“…Y me dijo: has de saber que ya no queda más tiempo salvo el día de hoy, y si no has de aceptar lo que te digo, ya no hay reparación posible para el daño que me ocasiona a mí y le ocasiona al mundo todo por medio de la revelación de estos secretos a ellos, pues todavía no hay permiso superior para ello.”

Finalmente aunque cuando le llegó la hora de trascender, su familia cumplió con su último deseo, su hijo Samuel junto a los demás discípulos de Vital, deseosos de acceder a los escritos que el sabio se había llevado a la tumba, rezaban y ayunaban sin descanso hasta que según relata su hijo, el propio Jaim Vital se les apareció en sueño y les concedió el permiso para desenterrar los escritos y publicarlos.

Fue el propio hijo, Samuel, quien en función de la diversa temática que trataban los distintos textos, se encargó de organizar y distribuir los mismos en distintos tratados o puertas, de las cuales Shaar ha Guilgulim o Pórtico de las Reencarnaciones , sería la última de ellas.

El Pórtico de las Reencarnaciones, no es un libro de lectura rápida, sino que es un libro de estudio en donde el lector a través de sus páginas, va descubriendo secretos y misterios sobre el viaje del alma, a partir del alma general del Adam, en su paso por los distintos planos de existencia y/o consciencia. Un estudio que nos lleva a un ejercicio de profunda reflexión sobre el sentido mismo de la vida y de la creación del hombre, así como el trabajo, tanto a nivel personal como colectivo, que el mismo viene a realizar en este plano de existencia material; único plano en el que , según la Cábala, el alma puede llevar a cabo su trabajo de rectificación y teshuvá o vuelta a la unidad.

Este copioso tratado, conformado por 41 capítulos o introducciones como son llamados en el libro, podría dividirse en dos partes bien diferenciadas, ambas hilvanadas por las puntadas de numerosos y profundos secretos que sin la labor de Jaim Vital y más tarde su hijo, no hubieran llegado a nuestras manos.

En una primera parte, el lector tendrá la oportunidad de acceder a un minucioso estudio sobre varios aspectos relacionados con el proceso al que se ve sometido el alma en su camino de rectificación y teshuvá. Así, Vital nos va descubriendo misterios sobre temas muy variados y profundos, tales como la configuración del alma, sus distintas raíces de procedencia, la relación entre las mismas y las diferentes mitvot o preceptos, los niveles del alma y su relación con los distintos mundos, el proceso de fragmentación en chispas divinas, los planos de entrevidas, así como los distintos tipos de transmigración de las almas, entre otros temas.

En una segunda parte, no podrá dejar de sorprenderse y maravillarse al ir descubriendo como el texto le va revelando las diferentes relaciónes álmicas existentes, tanto entre importantes personajes de la Torá, como de distinguidos sabios y eruditos de la sabiduría de la Cábala. Entre estos sabios, es el propio Jaim Vital quien se nos desnuda en primera persona y nos expone su deambular álmico, todo ello a través de revelaciones que su maestro le fue contando a lo largo de enriquecedoras conversaciones , en donde el lector, vivenciándose a sí mismo como testigo directo de las mismas, enmudece atónito ante tal nivel de conexión y revelación entre estas dos excelsas almas.

Sin lugar a dudas, el alma de Jaim Vital , portadora de una luz suprema e impregnada en las páginas de este texto a través de las enseñanzas de su maestro Isaac Luria, y cuyo legado en este mundo es de un valor incalculable tanto para la sabiduría de la Cábala como para la humanidad en general, nos hará conectar con cada uno y uno de nosotros, encendiendo una chispa de entendimiento sobre nuestra verdadera esencia y existencia, despertándonos el deseo de indagar y apegarnos al Plan Divino.


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